Te proponemos que hagas memoria concentrándote en las diferentes entrevistas que hayas tenido (si nunca fuiste entrevistado podés hacer este ejercicio con algún conocido o familiar, indagando sus vivencias).
Rescatá de tu experiencia las preguntas que te hayan realizado los entrevistadores y luego de anotarlas fijate cuales serían las mejores respuestas.
El objetivo de este ejercicio es que te pongas en lugar del entrevistador y conozcas las preguntas que podrían realizarte. De esa manera te vas a sentir más seguro en el momento de la entrevista.